"Lleno está de méritos el Hombre;
mas no por ellos; por la Poesía ha hecho de
esta tierra su morada"
Interpretando estos versos de Hölderlin, Martin Heidegger dirá que "Poesía" es fundación del ser por la palabra de nuestra boca y que "morar poéticamente" significa plantarse en presencia de los dioses y hacer de pararrayos a la esencial inminencia de las cosas. "El poeta está expuesto a los rayos de Dios". Por tanto la palabra fundante no es mérito del hombre: "es un don".
La corrupción del lenguaje es un síntoma -uno más- del ocultamiento de los dioses. Tampoco tenemos ya poetas, vale decir, sacerdotes y guardianes de la palabra. Fenómeno inquietante, porque cuando las palabras pierden su significado el mundo deviene en fantasmagoría y en cierto modo se disuelve eso que llamamos "realidad".
"Todas las pasiones nos hacen cometer errores, pero los del amor son más ridículos". LaRochefoucauld
jueves, 21 de enero de 2010
martes, 5 de enero de 2010
Voces
Voces ideales y amadas
de aquellos que murieron, o de aquellos que han
desaparecido para nosotros como los muertos.
A veces hablan en nuestros sueños;
a veces las escucha nuestro espíritu en el pensamiento.
Y con su rumor por un instante retornan
ecos de la primera poesía de la vida nuestra -
como una música, en la noche, lejana, que se apaga.
Kavafis.
----------
A veces, aquellos que han desaparecido espían nuestros escritos. Otras, nosotros espiamos, ruborizados, los suyos. Y, así, furtiva, pudorosamente, nuestro espíritu vuelve a escucharlos en el pensamiento y comprendemos que no estamos, todavía, completamente muertos.
de aquellos que murieron, o de aquellos que han
desaparecido para nosotros como los muertos.
A veces hablan en nuestros sueños;
a veces las escucha nuestro espíritu en el pensamiento.
Y con su rumor por un instante retornan
ecos de la primera poesía de la vida nuestra -
como una música, en la noche, lejana, que se apaga.
Kavafis.
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A veces, aquellos que han desaparecido espían nuestros escritos. Otras, nosotros espiamos, ruborizados, los suyos. Y, así, furtiva, pudorosamente, nuestro espíritu vuelve a escucharlos en el pensamiento y comprendemos que no estamos, todavía, completamente muertos.
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