"Cada cual es también el autor de su biografía, el biógrafo de sí mismo. Es él quien escribe su propia novela y es consciente de que le está encomendada esa tarea. Eso es lo que explica que casi todo el mundo haya comenzado a escribir alguna vez en su vida una novela."El problema está en cómo le ha salido a la persona singular la exposición de su vida. Es cosa que nada tiene que ver ni con sus circunstancias externas ni tampoco con que su novela tenga un final feliz. El problema está, antes al contrario, en el modo como la persona singular ha administrado sus talentos -y éstos le están dados por anticipado, antes de que ella viera la luz de este mundo."Enrst Jünger, La Tijera.
"Todas las pasiones nos hacen cometer errores, pero los del amor son más ridículos". LaRochefoucauld
jueves, 28 de febrero de 2008
La novela de la vida
martes, 26 de febrero de 2008
La Rochefoucauld
martes, 12 de febrero de 2008
No hay Oriente para este mundo
Este mundo no tiene recepción. Ningún Dios se muestra ni llama. Toda obra verdadera, como todo individuo verdadero, es primero algo "que no es". Al no estar conforme con nada de lo que es, lo que todavía no es no corresponde a nada. Hay que obrar a partir de lo que no se sabe para llegar no se sabe adónde.
Ningún maestro, ninguna crítica tienen que seguirse.
No hay ningún estudio de mercado que pueda implementarse para asegurar que aquello que no es no vaya a ser esperado por quienes lo ignoran.
No hay ninguna ciencia posible, crítica posible, consejo posible, voluntad posible para lo que no es. Sin ninguna estrella que guíe, hay que seguir firmemente la estrella ausente del lenguaje.Pascal Quignard, Retórica especulativa, p. 86.
lunes, 4 de febrero de 2008
"Al menos seamos amigos"
Lo anterior explica asimismo que el estado previo de amantes sea más bien un obstáculo antes que condición favorable para una ulterior amistad. Pese a lo que pueda aparentarse con las formas "civilizadas" y supuestamente lenitivas de terminar una relación, lo cierto es que no hay rupturas inocuas. La ruptura de la relación erótica deja muchas esquirlas clavadas profundamente en la carne de los que alguna vez se amaron. Y aun en el muy improbable caso que hayamos conseguido extirparlas, que no queden a estas alturas recores ni deudas por pagar, siempre permanece en el corazón de uno la esperanza de recobrar el amor del otro, con lo cual la amistad se vuelve interesada y falsa en cuanto mero instrumento para recuperar al amante perdido.
Por otro lado es condición imprescindible para la amistad, como también observaron sabiamente los antiguos, la igualdad entre los amigos. Sólo entre iguales puede haber amistad. El amor erótico es, en cambio, infinitamente más democrático. Puede surgir entre los sujetos más dispares. La amistad no. ¡Y cuántos mundos de diferencia nos separan de quienes otrora fueron nuestros jóvenes amantes!